Principio del final.

Definición:

El trastorno afectivo bipolar (TAB), es un trastorno del estado del ánimo que cuenta con períodos de depresión repetitivos (fases depresivas) que se alternan con temporadas de gran euforia (fases maniacas). Su causa es un desequilibrio químico en un tipo de biomoléculas del cerebro llamadas neurotransmisores. El afectado oscila entre la alegría y la tristeza, de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología. Así, el afectado sufre de episodios o fases depresivas o eufóricas (maniacas)

Síntomas:

-Cambios dramáticos del estado de ánimo, que van de una elevada emoción a desolación sin esperanza
-Periodos de estados de ánimo normales entre las subidas y bajadas de ánimo
-Cambios extremos en la energía y en el comportamiento
-Elevación del estado de ánimo persistente e inexplicable
-Energía elevada y esfuerzos enfocados a algunas actividades
-Agitación y no poder estarse quieto
-Pensamientos asiduos, saltar de una idea a otra
-Habla rápida o presión para seguir hablando
-Problemas de concentración
-Disminuida necesidad de dormir (Insomnio)
-Demasiada confianza o autoestima muy elevada o en todo caso falta de ella.
-Falta de juicio, que con frecuencia se relaciona a gastos excesivos o indiscreciones sexuales
-Tristeza prolongada, desesperanza o falta de ánimo
-Sentimientos de culpa, poca valoración o impotencia
-Falta de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban, incluyendo las sexuales
-Falta de energía o fatiga
-Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones
-Incapacidad para relajarse o disminuir movimientos, agitación
-Dormir demasiado o muy poco
-Perder o ganar peso
-Pensar en la muerte o en el suicidio con o sin intentos de llevar este último a cabo

Diagnostico:

El diagnóstico se basa en las experiencias de las que informa el propio paciente así como anormalidades en la conducta referidas por los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo, seguido por los signos secundarios observados por un psiquiatra. Existe una lista de criterios que se deben cumplir para que alguien reciba el diagnóstico. Éstos dependen tanto de la presencia como de la duración de determinados signos y síntomas.

Tratamiento:

Lamentablemente el trastorno bipolar no tiene cura definitiva, pero existen fármacos que se suministran a los pacientes para intentando mejor sus calidad de vida e intentando detener la depresión que tienen. También se necesita de una ayuda Psicológica y sobre todo el apoyo moral de las personas que rodean al paciente (Es demasiado importante).

Vivencia personal

En primer lugar me presento, soy Kevin y tengo 18 años. Me dijeron que sufría de trastorno bipolar hace 2 años atrás. ¿Cómo se dieron cuenta? Pues mi falta de interés en las cosas que solía hacer. Simplemente sentía que nada me llenaba, que nada tenía sentido. Así que mis padres al darse cuenta de esto me llevaron a que me hagan un examen en el Instituto Nuclear De Diagnósticos Especiales (INDAES). El estudio se realizó inyectándome 20 mCi de ECD-Tc99m, mientras se me hacia un test de estimulación frontal. Luego de una hora se adquirieron imágenes tomográficas de 40 segundos por frame con órbita circular de 360 grados (Esto debía dar un mapa tridimensional de mi cerebro y así darse cuenta del problema que podría tener). Después de este examen se llego a la conclusión de que mostraba un trastorno de la perfusión que sería compatible con trastorno bipolar. Luego de este examen se me derivo a mi Psiquiatra el cual me confirmo que sufría de trastorno bipolar, pero era el grado de bipolaridad más baja, como ya lo explique arriba esto no tiene una cura definitiva pero me receto 2 tipos de fármacos para llevar una vida “normal”: Lexapro una tableta cada mañana (Para la depresión) y Seroquel (Para controlar los impulsos). Si alguien escucho alguna vez de Seroquel debe saber que las personas que sufren de Esquizofrenia toman 4 tabletas por noche, en mi caso yo tomaba un cuarto de pastilla por noche. Estas pastillas mejoraron mi vida completamente, pero existe un problema. El mismo trastorno te hace creer que estas bien y no necesitas de esas pastillas para sentirte mejor y pues las deje de tomar. Después de esto empezaron los problemas y pues ahora solo puedo describir lo que me pasa así: El trastorno bipolar consume mi vida, mi alma y mi mente.