jueves, 22 de julio de 2010

Solo como empezó la historia termina. Poema en las esquinas y versos escondidos en los pliegos de su almohada. Sueños escritos en paredes, recuerdos de sus amaneceres, herido se encuentra el genio de los papeles.

Eclipse total en su memoria nublada por fantasmas que lo acosan, sin lograr sentir las punzadas que le dan fin a su inútil vivir. Tan frio como el invierno más despiadado escribe sus versos sin reparo, cansado de ser comparado con el que era en el pasado.
En la muerte no hay gloria, pero solo en eso creen las personas que mueren una vez. El muere en cada amanecer acuchillado por sus recuerdos. Rodeado por ángeles que están acostumbrados a verlo caer.

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